Un poco de historia:
Su origen se encuentra en la tradición campesina, cuando un buen guiso de frijoles servía para alimentar a toda la familia después de una larga jornada. Cada casa lo prepara con un toque distinto: algunos le ponen calabaza, otros carne, y otros simplemente lo prefieren sencillo, pero siempre abundante y sabroso. Hoy lo presentamos con el añadido de la pimienta dulce, que le da un aroma especial y lo convierte en un plato digno de compartir.
Ingredientes (para 4 personas):
500 g / frijoles colorados
2 L / agua (para la cocción)
150 g / chorizo (opcional, para más sabor)
100 g / tocino o bacon (opcional)
1 / papa grande (en dados)
1 / zanahoria (en rodajas)
1 / mazorca de maíz (en ruedas)
1 / pimiento (rojo o verde, en tiras)
1 / cebolla mediana (picada)
3 dientes / ajo (majados)
1 / ají dulce (o pimienta dulce fresca, picada)
1 hoja / laurel
1 cda / comino en polvo
1 cda / orégano seco
20 g / perejil fresco picado
40 ml / aceite o manteca de cerdo
Sal al gusto
Preparación:
1. Remojar los frijoles
Deja los frijoles en agua desde la noche anterior para que se ablanden más rápido y queden suaves.
2. Cocinar la base
En una olla grande, pon los frijoles con suficiente agua y deja cocinar hasta que empiecen a ablandarse.
3. Preparar el sofrito
En una sartén, sofríe la cebolla, el ajo, el ají dulce, el pimiento y el perejil con el aceite o manteca. Agrega el comino, el orégano y el laurel. Sofríe hasta que los aromas se liberen.
4. Unir sabores
Añade el sofrito a la olla con los frijoles, incorpora la papa, la zanahoria y la mazorca de maíz. Si deseas, agrega el chorizo y el tocino para un sabor más intenso.
5. Cocinar lentamente
Deja que el potaje hierva a fuego bajo por 30–40 minutos, hasta que los frijoles estén bien blandos y el caldo espeso. Ajusta la sal al gusto.
Consejo de ATHEJOS:
Este potaje queda delicioso acompañado de un buen arroz blanco y unas tajadas de plátano maduro frito. Y si sobra, al otro día sabe todavía mejor, porque los sabores se concentran.